Mientras practicas tu «swing» desde la habitación, piensa en golf

Los amantes del golf estaréis ansiosos por practicar vuestro «swing» fuera de una habitación ¿no? Pues en OCA Hotels estamos ansiosos porque vengáis a dar ese golpe a uno de nuestros hoteles. Es más a esa experiencia deportiva queremos agregar una dosis de relajación. Porque qué mejor que poder relajarse después del golf, en un balneario o spa.

Practicando en casa

Pero mientras no puedes venir a vernos y ejercitas brazos y caderas en casa, ¿sabías que se cree que el juego de golf moderno se originó en Escocia en el siglo XV? ¿Y que la Real Federación Española de Golf impulsa seminarios técnicos? Realizadas por su equipo técnico están dirigidas no solo a golfistas de alta competición, sino a los federados y aficionados. El primero trata de las estadísticas en el golf y el valor que tienen para los jugadores de alta competición.

Piensa en golf, piensa en OCA Hotels

Dentro de menos de lo que imaginamos, si poder disponer de un campo de golf en el hotel es una condición innegociable para tus vacaciones: En Oca Hotels te lo ponemos fácil. Disponemos de dos establecimientos con un campo totalmente acondicionado para la práctica de tu deporte favorito.

Nuestro hotel OCA Augas Santas Balneario & Golf, en Pantón, Lugo, y el OCA Palacio de la Llorea & Spa, en Gijón, Asturias, son dos opciones magníficas para los amantes del golf y de un servicio de hospedaje excepcional.

Ambos hoteles de cuatro estrellas cuentan con acceso a sendos campos de golf de 18 hoyos con todos los servicios disponibles para una correcta práctica de este deporte. Poseen tienda, escuela de golf, alquiler de equipo, taquillas, carros manuales y eléctricos, etc. Ideales para recuperarse tras una dura jornada practicando golf o para que los tuyos disfruten de todas las comodidades y servicios de nuestros hoteles mientras disfrutas haciendo unos hoyos.

Hay una frase atribuida al golfista californiano Jonathan Moore que nos ha parecido muy acertada para aplicar en los tiempos que corren, precisamente: «La prueba más difícil, tanto en el golf como en la vida, no consiste en evitar la maleza sino en saber salir después de meternos en ella».