
Galicia y sus tesoros escondidos
Cuando pensamos en Galicia, nuestra mente nos evoca espacios tan emblemáticos como la Catedral de Santiago de Compostela, las calles de A Coruña, sus emblemáticas playas, o las Islas Cíes, por ejemplo. Todos ellos rincones de visita obligada, pero Galicia ofrece mucho más, enclaves que no son tan conocidos, pero igual de espectaculares. Descubre algunos de ellos:
Monte de Santa Tecla
Situado en el municipio La Guardia, junto a la desembocadura del río Miño, la subida hasta el Monte de Santa Tecla permite disfrutar de unas increíbles vistas, así como visitar un poblado celta. Nos encontramos ante un yacimiento de incalculable valor en el que predominan construcciones circulares.
Parque Escultórico de la Torre de Hércules
En tu visita a A Coruña seguro que realizas una parada en la Torre de Hércules, el único faro romano y más antiguo en funcionamiento del mundo, pero no puedes dejar pasar la oportunidad de descubrir su Parque Escultórico, un museo al aire libre digno de conocer.
Se extiende por la península de Punta Herminia y en él podemos visitar Puertas, Menhires, Rosas del Viento, representaciones de Hércules o Caracoles. Se realizan numerosas referencias al mundo del mar, la pesca y la navegación y es un enclave ideal para los aficionados a la fotografía.
Dumbría
La imponente Costa da Morte nos sorprende con cada uno de sus rincones, uno de ellos es el municipio de Dumbría, donde se encuentra situada la única cascada de Europa cuyas aguas se vierten directamente al mar. Nos referimos a la Cascada del Ézaro, y supone el punto y final del río Xallas. Muy accesible tras un paseo de un kilómetro aproximadamente que termina en una pasarela de madera y una balconada. Además, algunos días, el Concello de Dumbría la ilumina por la noche.
Las Termas de Ourense
Estamos acostumbrados a ver imágenes de baños termales al aire libre en países como Islandia, en cambio, las termas más calientes se encuentran en la provincia de Ourense. Baños de aguas caliente para el invierno y pozas de agua fría para el verano, un plan perfecto para cualquier ocasión.
A Illa de Arousa
Isla y municipio situado en el corazón de la ría que le da nombre, uno de los enclaves más singulares de Galicia. Se une al continente por un puente de casi dos kilómetros (uno de los más largos de España), que conecta a los casi 5.000 habitantes concentrados en este estrecho istmo.
Alberga playas de arena fina de una gran riqueza marina, además, se pueden divisar garzas o patos desde las casetas de observación o en las dunas, marismas, matorrales o pinares. Un entorno natural en el que caminar junto a ranas, conejos o lagartos.
Cañones del Sil y Miño
Un paseo en catamarán por los Cañones del Sil y Miño te llevarán a unos paisajes verdes y montañosos serpenteados por sus ríos. En sus aguas se pueden realizar numerosas actividades acuáticas, entre ellas, navegar en catamarán desde el embarcadero de Santo Estevo, en el embalse que lleva el mismo nombre, hasta San Fiz. O bien, desde Doade hacia Santo Estevo. Por el Río Miño se pueden admirar los viñedos en sus laderas.
Parque Natural Fragas do Eume
Este parque natural se transforma en un auténtico decorado de cine en algunas épocas del año. Sus bosques parecen de cuento, valiendo como fuente de inspiración. Buen ejemplo de naturaleza autóctona atlántica, en sus 9.000 hectáreas de extensión viven menos de 500 personas, lo que permite un estado de conservación muy alto.
La mejor forma de recorrerlo es a pie, caminando entre robles, chopos, fresnos, y diversas variedades de helechos y líquenes. En su interior se pueden descubrir lagos, fuentes y cascadas. También se puede conocer un poco de historia visitando edificios como el monasterio de Caaveiro, con más de 10 siglos de antigüedad.
Los petroglifos de Campo Lameiro
A tan solo 20 kilómetros de Pontevedra se encuentra uno de los conjuntos de petroglifos más importante de Europa. Estas figuras grabadas en roca de la edad de bronce representan un compendio de signos y dibujos.
En este parque dedicado al arte rupestre al aire libre podrás conectar con el pasado realizando visitas al amanecer o al anochecer, cuando las sombras juegan con las piedras creando un espectáculo visual.
Si aún no has visitado ninguno de estos emplazamientos, este verano estás a tiempo de disfrutar de ellos. Conoce un poco más de nuestra historia y descubre los más bellos paisajes que nos brinda la naturaleza.

